Los inversores inteligentes eligen con cuidado los fondos de inversión y después mantienen el rumbo. Los inversores inteligentes y muy bien informados van un paso más allá: después de haber preseleccionado un pequeño grupo de finalistas a largo plazo, elegidos por sus culturas internas que promueven el esfuerzo por la excelencia profesional a largo plazo, eligen el fondo de inversión cuyos resultados recientes hayan sido peores en un entorno negativo.
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