Ellos son José Antonio Larraz, Alejandro Muñoz, socios fundadores de Equam Capital que junto a Rodrigo Regidor forman el equipo de trabajo de esta EAFI que asesora, siguiendo criterios estrictamente empresariales, el fondo de inversión Incometric Equam Global Value con ISIN: LU0933684101, cuya rentabilidad desde inicio, enero de 2015, es del 21.5%.
A continuación os redacto las preguntas que ellos tan amablemente me han respondido:
¿En qué momento pensasteis en
asociaros y construir EQUAM Capital?
Lanzamos el proyecto a principios de 2014. En mi caso yo
había disuelto mi proyecto anterior en el mundo de inversiones en compañías no
cotizadas y en ese momento buscaba un nuevo proyecto que me permitiera seguir
en el mundo de la inversión en compañías y a la vez desvincularme del mundo
transaccional. Hablé con mucha gente y entre ellos con Alejandro al que conocía
de nuestra época universitaria y que justo en ese momento estaba separándose de
su socio en el proyecto que tenía anteriormente. Hubo mucha afinidad en el modo
de invertir y analizar las compañías y decidimos juntarnos.
Para un proyecto empresarial ¿Cuáles
deben ser las características adecuadas o ideales de un socio?
Creemos que lo fundamental es tener una misma manera de ver
las cosas, estar muy sincronizados respecto a la manera de invertir y analizar
las oportunidades.
¿Cuál es vuestra
filosofía de inversión?
Nuestra
filosofía de inversión es muy simple: intentamos comprar buenas compañías a
precios atractivos y somos pacientes para esperar a que el mercado reconozca su
valor en algún momento. Queremos invertir en negocios donde el paso del tiempo
juegue a nuestro favor. Tenemos muy claro que invertir en bolsa es invertir en
compañías y no intentar predecir el comportamiento de los mercados en el corto
o medio plazo, ya que creemos que esto es imposible conseguirlo de manera
consistente en el tiempo.
Para nosotros esta
forma de invertir es algo natural y viene muy influenciado por la historia de
nuestra carrera profesional. Los dos socios de Equam hemos desarrollado gran
parte de nuestra carrera profesional fuera de los mercados cotizados. Empezamos
haciendo asesoramiento financiero a compañías (fusiones, operaciones
corporativas, reestructuraciones…) para después dedicarnos durante
muchos años a la inversión en compañías no cotizadas, participando en el
consejo de administración de varias de ellas y apoyando a los equipos
directivos en su desarrollo estratégico y el proceso de creación de valor de
las mismas. Es decir lo que hemos aprendido es a entender modelos de negocio, a
analizar las estructuras de muy diversas industrias, a establecer valoraciones
y a entender cómo actúan los compradores industriales y los equipos directivos
de las compañías. Todo este aprendizaje es el que aplicamos a la hora de
analizar y decidir nuestras inversiones.
¿Qué preferís a Graham o a Philip Fisher?
Damos bastante
importancia a la valoración, por lo que nos cuesta bastante pagar precios altos
por muy buena que sea una compañía ya que como se demuestra consistentemente en
el tiempo suelen suceder cosas en el tiempo que hacen que negocios magníficos
sufren una caída en su cotización por algún motivo exógeno. Del mismo modo
tampoco vamos a invertir en negocios estructuralmente malos por muy baratos que
estén.
Por eso lo
que buscamos es un equilibrio razonable entre calidad de negocio y precio.
Tenéis experiencia invirtiendo en empresas no cotizadas. A la hora de comprar
compañías, venderlas o valorarlas ¿Qué diferencias hay entre las empresas
cotizadas y no cotizadas?
Creemos que existen
pocas diferencias. Nuestro proceso de inversión en compañías cotizadas es muy
parecido al que teníamos cuando invertíamos en compañías no cotizadas, aunque
sí que es verdad que el acceso a la información de la compañía es más limitado.
Esta falta de información se contrarresta de dos maneras:
i) por un lado,
existe una mayor diversificación en la cartera ya que invertimos en un número
más extenso de compañías; y
ii) compramos
normalmente a precios más atractivos ya que nos aprovechamos de la
irracionalidad del mercado y de su visión de inversión en plazos más cortos que
el nuestro. Es muy difícil encontrar el nivel de precios que encontramos en el
mercado cotizado en la compraventa de compañías no cotizadas.
El proyecto nace bajo el paraguas de ADEPA, registrado en
Luxemburgo ¿Por qué nace el fondo de esta manera?
Nos permite estar muy centrados
en el proceso de selección de oportunidades e inversión y delegar el resto de
las tareas (administración del fondo y gestión de los inversores
principalmente) en un tercero, con un coste muy razonable.
¿Qué diferencias hay entre llevar ISIN de España y
Luxemburgo?
Luxemburgo es el centro
financiero de gestión de activos en Europa con una muy larga tradición y un
reconocimiento internacional que facilita el levantar fondos fuera de España.
Incometric Equam Global Value ¿De dónde sale el nombre para
el fondo?
La verdad es que la elección del
nombre ha sido una de las decisiones más complicadas, sobre todo cuando se te
ocurre preguntar por opiniones, ya que se trata de algo muy subjetivo.
Incometric es el nombre del
paraguas bajo el que se encuentra nuestro fondo. Respecto a Equam es la
abreviatura de Equity Asset Management pero también pretende evocar la
ecuanimidad en el sentido de que los gestores estamos alineados con el resto de
inversores al tener todo nuestro patrimonio financiero invertido en el fondo.
El fondo arrancó el 15/01/2015 ¿Seguís en proceso de generar Track Record o tres años
son suficientes para valorar vuestro trabajo?
Creemos
que el proceso de generar track record no acaba nunca. Esto es una carrera a
muy largo plazo donde lo fundamental es estar muy centrados en una ejecución
disciplinada de nuestro proceso de inversión. Si no nos salimos de nuestro
camino, estamos convencidos de que los resultados a medio y largo plazo serán
positivos.
Hacen cosas interesantes, es la segunda mejor cartera
después de la nuestra, es un crack ¿Qué sentís al escuchar estas palabras?
¿Pensasteis en tener tal acogida?
No
prestamos mucha atención a este tipo de comentarios, preferimos tener un perfil
bajo y lo más importante conseguir la máxima rentabilidad para nuestros
inversores.
¿A qué dificultades habéis tenido que enfrentaros para
montar un proyecto como Equam?
Dificultades
todas: la lucha para conseguir la aprobación de las estructuras legales, la
necesidad de paciencia para ir atrayendo capital, el tiempo necesario para
conseguir una velocidad de crucero que te permite cubrir gastos, etc. Cuando
comienzas realmente no eres totalmente consciente de estas dificultades, porque
si lo fueras no sé si comenzarías. Pero sin duda es un proceso muy enriquecedor
y que merece mucho la pena.
A nivel personal ¿En qué os gustaría
mejorar?
En muchas cosas, para nosotros
cada día es una oportunidad para aprender cosas nuevas y los errores, lecciones
que deben quedar grabadas para evitar que se vuelvan a producir.
Cuestionarse siempre tus propios métodos es un modo de
avanzar. ¿Desde qué punto partisteis para llegar a una metodología centrada en
los tres aspectos clave que tenéis?
¿Dudar es una característica del proceso?
Partimos de la base de
nuestras experiencias profesionales anteriores en el mundo de la inversión en
compañías cotizadas y sobre esa base hemos construido un proceso de inversión
muy bien definido y basado en las tres patas: búsqueda constante de
oportunidades, análisis independiente de cada oportunidad y ejecución
disciplinada tanto de las compras como de las ventas. Por supuesto que no hay
que ser rígido e intentar ir mejorando el proceso, pero sobre todo lo más
importante es ejecutarlo de manera muy disciplinada sin ir dando bandazos en
función del comportamiento a corto plazo.
En vuestro proceso de análisis viajáis por toda Europa
para reuniros con directivos ¿Cuales son vuestras preguntas favoritas para
preguntarles a los directivos, equipo de relación con inversores, expertos…?
Cuando te entrevistas con alguien ¿Cuál es la manera adecuada de extraer
información?
El
contacto con el equipo directivo es una parte fundamental de nuestro proceso de
inversión. esto viene muy determinado por nuestro pasado profesional donde
dedicábamos gran parte de nuestro tiempo a interactuar con los directivos de
las empresas en las que invertíamos para ayudarles y apoyarles en el desarrollo
estratégico de las mismas.
De
esta forma, creemos que el contacto con los equipos es muy útil por varias
razones. Por un lado, te complementa y ayuda a entender mucho mejor las
compañías, el negocio y las industrias en las que operan, ya que por mucho que
leas, el equipo siempre va a tener mucha más información que la que puedes
obtener del exterior. Por otro lado, te ayuda a entender como piensa el equipo
y como actúa y reacciona ante determinadas situaciones.
Es
cierto que tiene también cierto peligro, ya que los equipos directivos siempre
van a tender a contar su versión, siempre subjetiva. Por eso resulta
fundamental completar el proceso de análisis buscando otras fuentes de
información y otros puntos de vista. En cualquier caso, creo que las ventajas
son mucho mayores que los inconvenientes.
Lo
que sí resulta importante es ganarte la confianza de los directivos, prepararte
bien las reuniones y mostrar conocimiento e interés por su negocio.
La ética de trabajo
normal que lleva a cualquier persona a estar constantemente ocupada para tener
éxito en su campo ¿Es contraproducente en el terreno de la inversión?
Nosotros estamos
constantemente ocupados en identificar nuevas posibles oportunidades de
inversión y en analizarlas. Pero somos muy pacientes para invertir solamente en
aquellos momentos y situaciones donde creemos que existe una divergencia entre
precio y valor.
Desde Equam entienden
el riesgo como una pérdida permanente de capital, en esta definición de riesgo
¿Es posible que en alguna ocasiones no haya prácticamente relación entre el
rendimiento obtenido y el riesgo asumido?
Por supuesto que
muchas veces no hay relación entre el rendimiento obtenido y el riesgo asumido,
existe un factor suerte. Pero eso te puede pasar de forma unas pocas veces,
difícilmente de manera sostenida en el tiempo.
Por desgracia, la
mayoría de los profesionales, a pesar de su formación, de la información
avanzada que tienen a su disposición y de la investigaciones de gran calibre a
la que pueden acceder, no suelen conseguir mejores resultados que el inversor
medio ¿A qué se debe esto?
Creemos que para tener
éxito a la hora de invertir en bolsa es fundamental ser capaz de hacer un buen
análisis y valoración. Pero sin embargo no es suficiente, ya que adicionalmente
es necesario otros dos factores muy importantes y relacionados entre sí, que es
donde creemos que fallan un gran número de inversores:
1) La impaciencia
y visión cortoplacista, ya que se buscan resultados muy a corto plazo (menos de
un año), mientras que nosotros pensamos que para conseguir buenos resultados en
bolsa es fundamental pensar a largo plazo, entender donde puede estar una
determinada compañía en 2 o 3 años y ser paciente para que el mercado reconozca
el valor.
2) La
psicología a la hora de comprar y vender. A la hora de comprar, porque muchas
veces las mejores oportunidades se dan en momentos de pánico, precisamente
cuando muchos inversores están vendiendo y los precios caen con fuerza el buen
inversor tiene que estar comprando (y aquí volvemos al punto 1 de la diferencia
de plazos de inversión). Y también psicología a la hora de vender, porque
cuando todo va muy bien y los precios de las compañías suben de manera
importante, aunque resultad difícil, en muchas ocasiones es el momento de
preguntarse si hay que vender y buscar otras oportunidades.
¿Cómo os afecta el elemento emocional a la hora de
invertir? ¿Cuál es la manera adecuada de convivir con las emociones?
Hay
que tener muy claro el proceso de inversión y estar muy centrado en la
ejecución disciplinada. De esta manera evitas que los aspectos emocionales te afecten
de manera importante.
El fin de semana, cuando están los mercados
cerrados ¿Es el mejor momento para trabajar?
Desde luego, el ruido de los mercados es muy distractivo.
El camino del inversor en valor puede estar sometido a
emociones negativas, estrés, soledad… ¿Es un camino duro? ¿Cuáles son vuestras motivaciones para
superar esto?
Muy duro
porque eres consciente de que hay que tener una visión a largo plazo y de que
es imposible predecir los comportamientos a corto plazo de los mercados, pero a
la vez tus inversores muchas veces te están exigiendo resultados a corto plazo
y no tienen tanta paciencia.
A parte de analizar compañías, también sois profesores ¿Qué les
aporta participar en el Máster en Value Investing y Teoría del Ciclo del OMMA?
¿Aparecerán pronto las cinco estrellas Morningstar como es tradición entre su
profesorado?
Lo mejor de dar clase es que supone también un proceso de aprendizaje para el que imparte las clases por dos motivos fundamentalmente: te obliga a pensar sobre lo que quieres transmitir y las preguntas y comentarios de los alumnos te ayudan a replantearte muchas cosas en las que no habías caído. Es un proceso muy enriquecedor.
Participar en el
Máster del OMMA es una forma de poder compartir nuestras experiencias de
inversión con gente más joven y muchas veces también aprender de ellos. Hay un
nivel de alumnos muy buenos y muy motivados, con muchas ganas de aprender. Por
otro lado uno de nuestros analistas lo conocimos por ser un alumno del Master.
Respecto al tema de
las estrellas de Morningstar, no es un tema que nos obsesione. Estamos muy
centrados en la puesta en práctica de forma sistemática de nuestro proceso de
inversión y creemos que si seguimos aplicándolo así, los resultados
inevitablemente seguirán llegando.
Para trabajar para vosotros o en la industria de
gestión de activos ¿Es mejor entregar una muestra de trabajo o enviaros un
curriculum?
Lo mejor,
hablar con nosotros. Como hemos comentado es muy importante entender como se
piensa y la forma de invertir.
A lo largo del tiempo, seguramente, habéis conocido a
muchas personas exitosas ¿Qué características suelen tener en común?
Lo que siempre me ha
llamado la atención es que existen una serie de valores que coinciden en muchos
de los inversores de éxito en los mercados: paciencia, tranquilidad, perfil
bajo, austeridad, perseverancia, capacidad de esfuerzo y de trabajo… y eso
mismo es lo que yo intento aplicar en mi día a día.
En el sector de la gestión de activos, muchas veces
cuando se pregunta por la competencia se suele obtener el silencio, cuando os
pregunté por correo electrónico, vosotros recomendasteis a Magallanes y Cobas.
Es algo que aprecio de vosotros.
Tenemos
buena relación con mucha gente que está en el mundo de la gestión independiente
de activos. Creemos que tenemos que ayudarnos entre todos para crear mercado
porque lo importante es que el segmento de gestoras independientes se haga más
grande y fluyan más activos hacia este segmento. Si lo conseguimos, creemos que
hay espacio para todos aquellos que sean capaces de ofrecer algo al inversor.
¿Hay alguna gestora o gestor de tamaño pequeñito que
haya llamado vuestra atención?
Proyectos
como Valentum o True Value, entre otros, están haciendo un trabajo excelente.
¿Qué personas han dejado huella en vosotros?
La
comunidad inversora española tenemos mucho que agradecer a Francisco García
Paramés, abrió camino hace muchos años y ha sido una referencia y un ejemplo a
seguir.
¿Habrá cambios tras la asociación con Francisco García Paramés?
¿Qué
sinergias crea esa unión con F.G. Paramés?
A nivel de inversión, pocos
cambios. Cada uno gestiona sus propios fondos y toma de manera independiente
sus decisiones de inversión. La idea es que ellos nos ayuden a dar más
visibilidad a nuestro fondo y que colaboren con nosotros en tareas comerciales.
Estamos muy contentos de habernos
asociado a Francisco García Paramés, creemos que supone un hito importante para
Equam.
¿Cómo creéis que va a evolucionar la industria?
Apostamos sin duda por un crecimiento fuerte del segmento de
gestoras independientes que son capaces de ofrecer valor a los inversores, que
ofrecen cercanía y que están alineados.
¿Qué debe
hacer un inversor particular para evitar a un flautista de Hamelín, es decir
esquivar a los malos gestores?
Creemos
que a la hora de elegir un fondo, resulta fundamental entender primero el
proceso de inversión que sigue el fondo y conocer en la medida de lo posible a
los gestores que llevan dicho fondo. Una vez realizado ese análisis, se mira si
existe una consistencia entre ese proceso y la puesta en práctica del mismo, y
obviamente los resultados. Pero tiene que ser siempre el análisis conjunto de proceso,
consistencia en la aplicación de ese proceso y resultados obtenidos mediante su
aplicación.
Muchas gracias al equipo de Equam Capital por su colaboración y gentil disposición a la hora de colaborar con este blog, así como a cada uno de los lectores.