lunes, 1 de febrero de 2016

Ahorro e inversión. ¿Qué y cuándo?

El diccionario de la Real Academia Española define ahorrar como reservar una parte de los ingresos ordinarios e invertir como emplear, gastar o colocar un caudal. Dentro de una definición más económica ahorrar es aquella parte de la renta que reciben las economías domesticas y que no dedican a bienes de consumo en el mismo periodo, e invertir es la renuncia a la satisfacción inmediata a cambio de obtener en el futuro un beneficio (o perdida) ligado a la incertidumbre  producido por los bienes o servicios en los que se invierte.
¿Qué es para mi ahorrar e invertir? Pues de una manera muy sintetizada diré que implican un sacrificio y pensar en el futuro; algo que no todo el mundo está dispuesto a asumir.

¿Cuándo debemos ahorrar e invertir? ¿Qué plazos nos debemos marcar? ¿Por qué? El ahorro debe ser planteado a corto plazo, mucha gente ahorra por un principio de prudencia, al no saber que agujeros deberá tapar en el futuro o lo que pueda venir, prefiere tener un colchoncito y ni tan mal; es una idea muy acertada, pero ¿Qué pasa cuando ahorramos a largo plazo? Pues que la inflación (señoriaje) se traga el poder adquisitivo. De este modo la inflación es el principal riesgo del ahorro, también hay más como por ejemplo una perdida de confianza en la moneda que al final sólo es un medio de intercambio y no es un bien de capital o de consumo, pero este ya es otro debate. 
¿Entonces cómo nos podemos proteger a largo plazo*? Pues mediante la inversión en bienes de capital de calidad, comprados a buen precio

Los objetivos de la inversión deben ser primero preservar el capital y segundo hacer que este crezca en el tiempo. Pero para ello el camino no será fácil; un inversor se deberá enfrentar a riesgos conocidos (divisa, liquidez, apalancamiento, el propio inversor...) y a los riesgos que aún no se conocen. 

*Entiendo por largo plazo un horizonte temporal de mínimo 10 años.





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